viernes, 4 de marzo de 2011

Forever alone

Hoy fue un día que comenzó bien y terminó mal. Típico de mis últimos días.
Me levanté, me cambié e iba rumbo a buscar a Viviana para que me acompañe hasta un colegio y de ahí nos ibamos a Starbucks. Obviamente, se me surgió unos problemas por lo tanto no podía hacer esa salida que estaba planeada.
No tenía crédito entonces no le avisé, en fin. Resuelto mis problemas, me volví a casa.
Todo bien, comí, limpié, jugué un rato con mis perros y quise sacarme un par de fotos para una nueva en el perfil de facebook. Nada, ninguna me convencía que terminé borrando todas.
Me acosté, vi un poco de TV y quise dormir un rato, cosa que NO logré.
Me levanto, llega mi hermana de su salida con su mejor amiga, y ya no podía seguir acostada. Ya tirando a las 8 de la noche llega mi papá, saluda y me da su notebook. Tranqui, mis viejos cenaron y yo en mi mundo, claro.
Tipo 11 de la noche discutí con mi papá (que no viene al caso el porqué) y me fui a bañar... pero llorando. Lloré y tenía ganas de gritar, nunca me sentí tan... como explicarlo, ¿diría como a punto de ahogarme? bueno algo así.
Una hora estuve en ese estado, obviamente muchas cosas en mí explotaron. Tenía cosas guardadas donde llegué al punto de querer romper todo. Creo que si hubiese estado sola, seguramente hubiese gritado. Lo necesitaba.
Y es ahí donde me dí cuenta que me siento sola, pero verdaderamente sola. Tengo amigos y los amo, pero me siento sola.
No soy feliz, quisiera tener tantas cosas que, si pudiese la plata, lo compraría. Lástima que los sentimientos de familia y personas no se compran.

Y es así como otra vez sufro por sentir un poco de cariño. Creo que a veces necesito un buen psicólogo.
Y eso es todo, me retiro a dormir. Viernes día de lindas visitas a mis médicos. (no, no es lindo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario